¿Qué es la aromaterapia?
La aromaterapia es el uso de aceites esenciales derivados de las plantas con el propósito de mejorar el bienestar y la salud física y psicológica del individuo. Se ha utilizado durante siglos como medicina alternativa para tratar numerosas dolencias de forma segura y efectiva.
Para obtener aceites esenciales se extraen y destilan los aceites naturales que se encuentran en ciertas plantas. El producto resultante es una sustancia extremadamente concentrada que porta beneficios curativos.
Los aceites esenciales utilizados en la aromaterapia desencadenan respuestas en el cerebro que contribuyen en la curación del cuerpo. Los aceites pueden ayudar a equilibrar los niveles hormonales, curar trastornos digestivos y reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad. Diferentes estudios científicos han demostrado que la aromaterapia es una forma medicinal completamente legítima. Mediante la inhalación de los aceites esenciales, los nervios nasales desencadenan poderosas respuestas cerebrales. De forma similar, la aplicación tópica permite que los aceites esenciales penetren en el torrente sanguíneo rápidamente a través de los tejidos cutáneos.
A la hora de seleccionar aceites esenciales es importante buscar productos que sean puros y ecológicos, ya que hay aceites que contienen ingredientes sintéticos y colorantes que pueden ser nocivos para la salud.
¿Cómo se utilizan los aceites esenciales?
La aromaterapia puede practicarse de diferentes formas dependiendo de la condición que se desee tratar. El uso tópico de los aceites esenciales, por ejemplo, es útil para tratar diferentes dolencias cutáneas y trastornos del estado de ánimo.
Algunos aceites esenciales ecológicos son aptos para el consumo interno, pero este debe realizarse con la consulta previa de un profesional de la salud y siguiendo las pautas indicadas.
En el caso del uso de la aromaterapia para tratar el desequilibrio psicológico como el estrés, la depresión o la ansiedad, ¿cómo pueden afectar los aceites al cerebro? En este aspecto, los aceites esenciales pueden utilizarse para realizar inhalaciones mediante un baño caliente o el uso de un difusor. Las inhalaciones del aceite permiten que las propiedades del producto afecten en un nivel psicológico.
El método de las inhalaciones funciona de dos manera. En primer lugar, el olfato es un sentido muy poderoso. El hecho de inhalar las fragancias de los aceites puede evocar recuerdos y transmitir sentimientos de calma que ayudan a relajar los nervios, el estrés y la ansiedad. En segundo lugar, las partículas del aceite inhaladas también acaban penetrando en el torrente sanguíneo y ayudan a equilibrar los niveles hormonales. Para estas inhalaciones es frecuente el uso de difusores de aromas. Estos actúan humedeciendo el ambiente a la vez que transportan las partículas del aceite a través de la estancia de forma que se van inhalando.
En caso de querer utilizar los aceites esenciales a nivel tópico es necesario emplear un aceite o producto portador. Esto se debe a la alta concentración de los aceites esenciales que, al contacto directo con la piel, pueden resultar irritantes. Los aceites portadores son aceites vegetales en los que se pueden diluir unas cuantas gotas del aceite esencial. Estos aceites permiten que el aceite esencial se diluya y no sea irritante para la piel. Además, también actúan como “transporte” para favorecer la absorción del aceite esencial.
Es importante experimentar con los diferentes aceites esenciales siguiendo las debidas indicaciones en cuanto a precauciones y proporciones recomendadas de aceite esencial/ aceite vegetal. Las esencias son un estímulo importante que pueden desencadenar respuestas emocionales intensas además de beneficiar la salud de la piel mediante su uso tópico.
